mfabreg3
Forero Habitual
No sé si soy el único al que le pasan cosas raras o es que hay un hilo que no he encontrado, pero quería comentar lo ocurrido durante el proceso de compra del C-HR y no encontraba un hilo adecuado donde hacerlo, así que abro este para que vayamos relatando nuestras experiencias.
Inauguro el tema con la nuestra: Fui con mis padre al concesionario local a ver el C-HR, lo estuvimos mirando, lo probamos y miramos precios. Nos valoraban bien nuestro Suzuki pero a la hora de hacer precio para el C-HR lo vi caro: 27.300€ por un Advance con pintura metalizada. Le comenté al comercial que me parecía caro, así que me preguntó si había visto algún otro precio. Le dije que había estado mirando en la web pero que yo me había fijado en el básico, el Active y no había mirado ni pintura metalizada ni nada, así que tampoco sabía decir una cifra.
Ese fin de semana había una feria en una ciudad cercana con coches de ocasión y km0. Encontré ahí el Auris Hybrid de un amigo mío a precio de derribo un par de años atrás, así que tenía que ir a ver qué encontraba en C-HR. Al llegar y hablar con un comercial prácticamente me echó. Le pedí presupuesto pero me dijo que no me lo podía hacer. Le expliqué la situación, que tenía un presupuesto caro y tenía buena experiencia con ellos, pero pese a insistir me despachó diciendo que le mandara un correo y que ya me respondería, sin darme su correo. Se lo dije y me dio su tarjeta. Cogí el móvil y mientras se iba le comenté que si tanto quería el correo se lo mandaba en ese mismo instante, que me dijera qué datos necesitaba. Le mandé el correo expresamente desde mi cuenta como docente porque como algunos piensan que somos ricos, luego nos tratan mejor. Me dijo que esa misma tarde me respondería el correo con un presupuesto, después de comprobar que lo había recibido bien.
En esa misma feria fui a la Volkswagen a ver si tenían km0 del T-Roc. Ahí me enteré que km0 y T-Roc son conceptos antagónicos y que del modelo que queríamos había un año de espera, así que volví a la Toyota a preguntar por el plazo de entrega. Al buscar al mismo comercial, a ver si esta vez quería atenderme, estuve fijándome en un Lexus LC impresionante. No soy de los que van abriendo coches y toqueteando porque sí, pero como tengo cara de pobre estoy acostumbrado a que me cierren los coches cuando me acerco a ellos en exposiciones de ese tipo. Cuando vi que se encendían los intermitentes pensé que habían cerrado el Lexus, así que busqué el autor de aquello para dedicarle una mirada asesina. Pero no, era el mismo comercial que me había despachado antes indicándome que me subiera al LC, que lo había abierto. Lo estuve mirando un poco hasta que vino el comercial. La extensión de mi correo electrónico había hecho su efecto, el trato fue completamente distinto. Entonces me indicó que el plazo de entrega era de dos semanas y que tendría el presupuesto esa misma tarde.
Lo de "esa misma tarde" se convirtió en cuatro días, pero el presupuesto era mucho mejor: de 27.300€ a 25.200€ por lo mismo, un Advance con pintura metalizada. Llamé a mi madre y le pasé el presupuesto. Por la tarde al salir del instituto vi que el comercial del segundo concesionario me había llamado, le devolví la llamada y me saludó con un "pero tú qué te has creído". Empezó a gritarme diciéndome que le había dicho el precio que me hacía a mi concesionario local y que ahora los jefes de ambas concesiones se habían cabreado entre ellos (como si fueran niños pequeños), que por mi culpa había muy mal rollo, que eso no se hacía y demás memeces de ese estilo, todo a gritos. Por un lado, no sabía ni de qué me hablaba porque había estado trabajando todo el día y no había hablado con nadie. Al final fue que el del concesionario local llamó a mi casa para que fuéramos a hacer números y mi madre le explicó que teníamos otro presupuesto mucho más barato de ese otro sitio. Entonces tendrían sus riñas internas porque ambos concesionarios habían pertenecido a un mismo dueño tiempo atrás, y aún comparten algún concesionario en otra ciudad. Lo que no me pareció bien es que esa riña llegara a mí y encima a gritos. Del cabreo que me entró tras la llamada del comercial a gritos, fui yo quien la emprendió a gritos con él cuando él cesó los suyos. Fue una situación surrealista. Encima me pidió que olvidáramos los gritos, que le compráramos el coche a él con la condición de llamar al concesionario local y decirle que finalmente nos habíamos decantado por el Volkswagen. Os podéis imaginar los improperios que le escupí en ese momento.
Tras el cabreo y con la decisión clara de que queríamos el C-HR, volvimos al concesionario local con los dos presupuestos. Con la profesionalidad del comercial local estábamos dispuestos incluso a pagar un poco más para comprárselo a él. Sin embargo, nos igualó el precio a esos 25.200€ y cerramos la compra.
Aún ahora me entra el cabreo cuando pienso en el incompetente del segundo concesionario. Estoy esperando a que me llame para decirle que al final hemos comprado un Volkswagen, a ver si pilla la indirecta.
Inauguro el tema con la nuestra: Fui con mis padre al concesionario local a ver el C-HR, lo estuvimos mirando, lo probamos y miramos precios. Nos valoraban bien nuestro Suzuki pero a la hora de hacer precio para el C-HR lo vi caro: 27.300€ por un Advance con pintura metalizada. Le comenté al comercial que me parecía caro, así que me preguntó si había visto algún otro precio. Le dije que había estado mirando en la web pero que yo me había fijado en el básico, el Active y no había mirado ni pintura metalizada ni nada, así que tampoco sabía decir una cifra.
Ese fin de semana había una feria en una ciudad cercana con coches de ocasión y km0. Encontré ahí el Auris Hybrid de un amigo mío a precio de derribo un par de años atrás, así que tenía que ir a ver qué encontraba en C-HR. Al llegar y hablar con un comercial prácticamente me echó. Le pedí presupuesto pero me dijo que no me lo podía hacer. Le expliqué la situación, que tenía un presupuesto caro y tenía buena experiencia con ellos, pero pese a insistir me despachó diciendo que le mandara un correo y que ya me respondería, sin darme su correo. Se lo dije y me dio su tarjeta. Cogí el móvil y mientras se iba le comenté que si tanto quería el correo se lo mandaba en ese mismo instante, que me dijera qué datos necesitaba. Le mandé el correo expresamente desde mi cuenta como docente porque como algunos piensan que somos ricos, luego nos tratan mejor. Me dijo que esa misma tarde me respondería el correo con un presupuesto, después de comprobar que lo había recibido bien.
En esa misma feria fui a la Volkswagen a ver si tenían km0 del T-Roc. Ahí me enteré que km0 y T-Roc son conceptos antagónicos y que del modelo que queríamos había un año de espera, así que volví a la Toyota a preguntar por el plazo de entrega. Al buscar al mismo comercial, a ver si esta vez quería atenderme, estuve fijándome en un Lexus LC impresionante. No soy de los que van abriendo coches y toqueteando porque sí, pero como tengo cara de pobre estoy acostumbrado a que me cierren los coches cuando me acerco a ellos en exposiciones de ese tipo. Cuando vi que se encendían los intermitentes pensé que habían cerrado el Lexus, así que busqué el autor de aquello para dedicarle una mirada asesina. Pero no, era el mismo comercial que me había despachado antes indicándome que me subiera al LC, que lo había abierto. Lo estuve mirando un poco hasta que vino el comercial. La extensión de mi correo electrónico había hecho su efecto, el trato fue completamente distinto. Entonces me indicó que el plazo de entrega era de dos semanas y que tendría el presupuesto esa misma tarde.
Lo de "esa misma tarde" se convirtió en cuatro días, pero el presupuesto era mucho mejor: de 27.300€ a 25.200€ por lo mismo, un Advance con pintura metalizada. Llamé a mi madre y le pasé el presupuesto. Por la tarde al salir del instituto vi que el comercial del segundo concesionario me había llamado, le devolví la llamada y me saludó con un "pero tú qué te has creído". Empezó a gritarme diciéndome que le había dicho el precio que me hacía a mi concesionario local y que ahora los jefes de ambas concesiones se habían cabreado entre ellos (como si fueran niños pequeños), que por mi culpa había muy mal rollo, que eso no se hacía y demás memeces de ese estilo, todo a gritos. Por un lado, no sabía ni de qué me hablaba porque había estado trabajando todo el día y no había hablado con nadie. Al final fue que el del concesionario local llamó a mi casa para que fuéramos a hacer números y mi madre le explicó que teníamos otro presupuesto mucho más barato de ese otro sitio. Entonces tendrían sus riñas internas porque ambos concesionarios habían pertenecido a un mismo dueño tiempo atrás, y aún comparten algún concesionario en otra ciudad. Lo que no me pareció bien es que esa riña llegara a mí y encima a gritos. Del cabreo que me entró tras la llamada del comercial a gritos, fui yo quien la emprendió a gritos con él cuando él cesó los suyos. Fue una situación surrealista. Encima me pidió que olvidáramos los gritos, que le compráramos el coche a él con la condición de llamar al concesionario local y decirle que finalmente nos habíamos decantado por el Volkswagen. Os podéis imaginar los improperios que le escupí en ese momento.
Tras el cabreo y con la decisión clara de que queríamos el C-HR, volvimos al concesionario local con los dos presupuestos. Con la profesionalidad del comercial local estábamos dispuestos incluso a pagar un poco más para comprárselo a él. Sin embargo, nos igualó el precio a esos 25.200€ y cerramos la compra.
Aún ahora me entra el cabreo cuando pienso en el incompetente del segundo concesionario. Estoy esperando a que me llame para decirle que al final hemos comprado un Volkswagen, a ver si pilla la indirecta.