Cambiaos de coche, os habéis equivocado de modelo, arrepentíos pecadores. Buscaos un gasolina turbo con cambio manual, quemad gasolina y neumáticos al salir de los semáforos, aleluya, reprogramad la centralita y bajad la suspensión y entraréis pronto en el Reino de los cielos, amén.