Bueno, pues aunque ya haya puesto mi opinión al respecto, que básicamente se puede resumir en que ya tenía un híbrido y sólo quería como nuevo coche un híbrido, sorprendiéndome Toyota con la nueva propuesta que acepté sin pensarlo mucho, os voy a contar una pequeña historia de esta misma mañana.
Actualmente me encuentro a muchos km de mi residencia habitual, con mi familia y coche, cuando vamos a recoger el automóvil, que estaba aparcado en la calle.
A su alrededor dos adultos y dos niños miraban el coche de arriba a abajo, centrándose en la línea exterior y en las ruedas, con comentarios de ¡que bonito! !que ruedas! ¡que línea!... Mi familia y yo, nos dirigíamos al coche, pero, sin tan siquiera mirarnos, nos paramos discretamente a escasos metros, permitiendo que ese momento mágico de esa otra familia prosiguiese y pudieran ver más detalles.
Creo que percibieron que esas personas paradas algo tenían que ver con ese coche, y acertaron, no obstante uno de ellos, el padre de familia, me preguntó si ese coche era mío, y claro, la respuesta no creo que se os antoje extraña por obvia.
Me habló de que en esa zona se veían muchos Peugeot 3008, también un buen diseño, pero que este coche era la primera vez que lo veían, y que le sorprendía lo bonito y rompedor que era.
Le dí una serie de detalles técnicos, haciendo hincapié en el consumo y en su peculiar propulsión, y se quedó encantado.
Pero lo mejor, fue la cara que se le puso cuando salí en eléctrico puro (bendito botón EV) sin hacer ruido y el gesto ojiplático que se le puso.
Es
también por esto por lo que compré mi coche. Eso también me pasó a mi. Ah, por cierto, justo delante y detrás de mí, aparcados cual escuderos, tenía sendos cochazos de alta gama alemanes, y la familia reparó en el mío. Quien sabe, tampoco quiero entrar en las comparativas...


