Un fallo muy gordo de estos vehículos, es que no tienen bomba de calor. Ya que esta proporciona calefacción desde el momento que la enciende sin necesidad de depender del motor de combustión. Esto incrementa el gasto en invierno.
En verano, aunque estés con el aire acondicionado al máximo, como este es totalmente eléctrico, solo arranca el motor de vez en cuando para cargar la batería. Pero en invierno, mantiene el motor de combustión continuamente encendido para calentar el refrigerante y proporcionar calor al habitáculo aunque la batería esté completamente cargada.