A mí me pasó algo parecido al segundo día de tener el coche. Fui a mostrárselo a mis padres y cuando ya me iba, saliendo yo por la puerta de la casa, llegó uno, aparcó al lado, se bajó a toda velocidad y ¡ZASCA! Creí que la sangre me hervía.. Me dío a regañadientes los datos del seguro (es cierto que era casi imperceptible, pero como lo presencié, ya no fui capaz de “no verlo”. Contacté a un varillero (que por cierto trabaja para Toyota) y me dijo que 150 euros, así que era o pagarlo yo, o llevarlo y que el seguro se hiciera cargo (con el rollo de que te desmonten la puerta, etc). Decidí confiar y llevarlo al seguro para no tener que hacerme yo cargo del pago, e hicieron un trabajo estupendo (como debe ser, claro..).
Los coches parecen de plastiLina..