Las baterías que suelen llevar de serie los coches, al menos antes, solían durar mucho. Si te sirve de algo, en mi antiguo Prius sólo cambie la batería una vez, a los 3 años, que entró por los pelos en la garantía, más que nada porque estuvo parado sin vender un año y medio y la conectaban y desconectaban continuamente, generando un stress mayor que el que tiene una batería convencional.
Además la batería era de una tecnología de gel de plomo, en una batería muy pequeña, casi de moto, y más cara y difícil de encontrar. Lo que puedo decir es que el coche empezó a dar señales de que algo no funcionaba bien, pues no arrancaba a la primera, y luces que parpadeaban. Para nada un aviso en el salpicadero en forma de led o mensaje.
Por suerte, a la semana de los síntomas, lo llevé al taller y me cambiaron, gratis, la batería. Atribuyo que aguantara, a dos factores: la tecnología gel de plomo y que la batería no necesite arrancar un motor eléctrico de arranque, por lo que la muerte fue menos súbita por no necesitar demasiada energía en el arranque.
Una batería auxiliar muere porque al menos uno de sus vasos (elementos que la constituyen y que suelen ser 6) se perfora por la acción del ácido y comunica su electrolito a otro vaso. La batería pierde voltaje y potencia. Ese voltaje y potencia no son suficientes para arrancar un coche convencional, pero es posible que sea suficiente para cerrar el relé que activa el sistema, y la batería de fuerza toma el relevo.
Creo que, aunque la batería de este coche no sea de gel y fabricada en Turquía (perdón por ello, es que tiene una marca poco conocida de allí) , el coche da más margen de maniobra para cambiar la batería que en un coche convencional por eso de que no tiene un uso tan fuerte. No obstante, efectivamente, si la batería en parado se detecta que tiene un voltaje por debajo de 11 voltios es un síntoma de que pasa algo.