Al final han sido 3.700 km en tres semanas por todo tipo de carreteras (Galicia). Cuesta un poco cogerle el tranquillo, pero cuando lo vas pillando, se disfruta conduciendo. No me parece especialmente ruidoso. El ruido al revolucionarse hasta alcanzar la velocidad deseada es normal y una vez que sueltas el acelerador y vuelves a pisar suavemente para recuperar, va como la seda. Vamos, que estoy encantado y creo que todavía puedo sacarle más. Ya os contaré.