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Forero Experto
Ultrasonidos para espantar la fauna
La Guardia Civil, el servicio de ambulancias y los particulares portan inhibidores en sus vehículos para ahuyentar a los
La proliferación de accidentes por irrupción de la fauna en las carreteras de la provincia de Zamora, en aumento desde la década de 1990, y el temor a verse implicado en algún siniestro ha obligado a los conductores a buscar soluciones y a implantar en sus turismos particulares y vehículos oficiales elementos que espantan a la fauna que ronda las calzadas.
El artilugio más en boga y difundido en estos momentos es un inhibidor ultrasonido de flujo de aire, cuya demanda ha crecido exponencialmente en los últimos ocho años y ya se ve instalado en el frontal de decenas de vehículos.
Ante la falta de medidas disuasorias efectivas por parte de los titulares de las carreteras, Junta de Castilla y León, Diputación de Zamora y Ministerio de Fomento, los usuarios han sondean en el mercado nacional los mecanismos existentes para evitar accidentes y los han hallado.
Los animales "están tan habituados al tráfico que no se espantan ni de los claxon, ni de los ruidos, ni de los rotativos ni de las sirenas" apunta una de las trabajadoras del transporte sanitario con base en Puebla de Sanabria.
Los vehículos sanitarios de emergencia fueron el primero en implantar estos dispositivos, que posteriormente se instalaron en los coches de la Guardia Civil, en los dedicados al reparto de mercancías y en los particulares.
El coste de estos esperanzadores inhibidores varía de los 4 ó 5 euros hasta los doce o quince euros. Estos dispositivos, señalan algunos usuarios, "son efectivos cuando el vehículo está en marcha y a partir de los 30 o 35 kilómetros hora, aunque varía según el fabricante".
Hay conductores que sustituyen el ultrasonido por el ruido de la radio a todo volumen para espantar los animales, sobre todo si se circula por las carreteras secundarias. Algo que se rumorea que es efectivo pero que nadie ha comprobado.
El Grupo Ambuibérica fue pionero en instalar en el año 2008 estos dispositivos que ahuyentan a los animales salvajes o al ganado suelto e incontrolado que pueda impactar con las ambulancias durante los trayectos que se realicen en zonas de campo, montaña o áreas con la presencia de este tipo de fauna.
Ambuibérica cuenta con una flota de 2.000 vehículos distribuida por todo el territorio nacional, que realizan servicios de transporte sanitario las 24 horas de los 365 días del año. Esto lo implica que sus ambulancias circulen por zonas geográficas de una gran variedad orográfica, en condiciones climatológicas de todo tipo y "por zonas donde es frecuente que exista la presencia de animales salvajes o incontrolados, y donde es más que posible que se den impactos de manera fortuita con el vehículo y ocasionar un accidente con consecuencias potencialmente muy graves" precisa la empresa de transporte sanitario.
Con anterioridad al año 2008, los accidentes con animales o cinegéticos, suponían casi un 25% de la siniestralidad total de la flota, lo que motivó buscar medidas técnicas que permitieran reducir esa cifra y, con ello, aumentar la seguridad laboral de los trabajadores y disminuir el impacto económico que ocasionaban este tipo de siniestros.
Se optó por instalar inhibidores en la parte frontal de todos los vehículos de Zamora, provincia en la que el grupo opera de manera habitual, y donde se registraba una alta siniestralidad por impacto con animales, debido a la extensa área de montaña de este territorio.
La prueba piloto duró un año aproximadamente y tras la cual, y gracias a la adopción de esta medida, se logró reducir la siniestralidad "en un 30% con respecto al año anterior", según los datos facilitados por la empresa.
Esta valoración tan positiva, motivó al Departamento de Logística de Ambuibérica, encargado de la gestión de la flota, a instalar inhibidores de animales en todas las ambulancias del Grupo.
En la actualidad, todas sus ambulancias disponen de esta medida de seguridad. A partir de la adopción de esta medida, la reducción de este tipo de siniestralidad ha ido en aumento hasta lograr en 2015, los valores más bajos.
El pequeño dispositivo se acciona por el propio aire que genera el desplazamiento de la ambulancia y que emite ultrasonidos, únicamente perceptibles por el oído animal y que los ahuyenta a varios metros de distancia. "Es inaudible para el oído humano". Con este ultrasonido se evita que los animales se interpongan en el trayecto del vehículo provocando siniestros de muy diferente resultado. Se trata de dos pequeños cilindros tubulares, acabados de forma cónica en uno de sus extremos, que se instalan en la parte frontal del vehículo, junto a las rejillas de ventilación de los radiadores.
Los vehículos de la Guardia Civil también cuentan hace seis o siete años con estos mecanismos y la sensación es que han reducido los accidentes con animales "a la cuarta parte de lo que era habitual".
Conocidos los efectos, fundamentalmente por el boca a boca, los particulares también han optado por implantar este dispositivo que, en su mayor parte, consideran que son efectivos y cumplen con cometido para que han sido creados.
En Villanueva de Valrojo uno de los vecinos explica que "los ciervos al llegar a la altura del vehículo retroceden y rehuyen la carretera". Hay una alta demanda que obliga a traer suministros de otras provincias, como Toledo, Granada o Sevilla.
Se repiten los casos de ciervos que en la maniobra evasiva, al sentir el sonido, y querer retroceder, impactan con la cabeza en el parabrisas de los coches. Los jabalíes, por lo que expresan, son caso aparte con o sin ultrasonido. Es una especie que sospecha de todo lo extraño pero que sale sin contemplaciones en cualquiera de las direcciones.
La provincia de Zamora cuenta con autovías, carreteras nacionales y secundarias donde prácticamente todos los días existe algún siniestro que lamentar.
La Guardia Civil, el servicio de ambulancias y los particulares portan inhibidores en sus vehículos para ahuyentar a los
La proliferación de accidentes por irrupción de la fauna en las carreteras de la provincia de Zamora, en aumento desde la década de 1990, y el temor a verse implicado en algún siniestro ha obligado a los conductores a buscar soluciones y a implantar en sus turismos particulares y vehículos oficiales elementos que espantan a la fauna que ronda las calzadas.
El artilugio más en boga y difundido en estos momentos es un inhibidor ultrasonido de flujo de aire, cuya demanda ha crecido exponencialmente en los últimos ocho años y ya se ve instalado en el frontal de decenas de vehículos.
Ante la falta de medidas disuasorias efectivas por parte de los titulares de las carreteras, Junta de Castilla y León, Diputación de Zamora y Ministerio de Fomento, los usuarios han sondean en el mercado nacional los mecanismos existentes para evitar accidentes y los han hallado.
Los animales "están tan habituados al tráfico que no se espantan ni de los claxon, ni de los ruidos, ni de los rotativos ni de las sirenas" apunta una de las trabajadoras del transporte sanitario con base en Puebla de Sanabria.
Los vehículos sanitarios de emergencia fueron el primero en implantar estos dispositivos, que posteriormente se instalaron en los coches de la Guardia Civil, en los dedicados al reparto de mercancías y en los particulares.
El coste de estos esperanzadores inhibidores varía de los 4 ó 5 euros hasta los doce o quince euros. Estos dispositivos, señalan algunos usuarios, "son efectivos cuando el vehículo está en marcha y a partir de los 30 o 35 kilómetros hora, aunque varía según el fabricante".
Hay conductores que sustituyen el ultrasonido por el ruido de la radio a todo volumen para espantar los animales, sobre todo si se circula por las carreteras secundarias. Algo que se rumorea que es efectivo pero que nadie ha comprobado.
El Grupo Ambuibérica fue pionero en instalar en el año 2008 estos dispositivos que ahuyentan a los animales salvajes o al ganado suelto e incontrolado que pueda impactar con las ambulancias durante los trayectos que se realicen en zonas de campo, montaña o áreas con la presencia de este tipo de fauna.
Ambuibérica cuenta con una flota de 2.000 vehículos distribuida por todo el territorio nacional, que realizan servicios de transporte sanitario las 24 horas de los 365 días del año. Esto lo implica que sus ambulancias circulen por zonas geográficas de una gran variedad orográfica, en condiciones climatológicas de todo tipo y "por zonas donde es frecuente que exista la presencia de animales salvajes o incontrolados, y donde es más que posible que se den impactos de manera fortuita con el vehículo y ocasionar un accidente con consecuencias potencialmente muy graves" precisa la empresa de transporte sanitario.
Con anterioridad al año 2008, los accidentes con animales o cinegéticos, suponían casi un 25% de la siniestralidad total de la flota, lo que motivó buscar medidas técnicas que permitieran reducir esa cifra y, con ello, aumentar la seguridad laboral de los trabajadores y disminuir el impacto económico que ocasionaban este tipo de siniestros.
Se optó por instalar inhibidores en la parte frontal de todos los vehículos de Zamora, provincia en la que el grupo opera de manera habitual, y donde se registraba una alta siniestralidad por impacto con animales, debido a la extensa área de montaña de este territorio.
La prueba piloto duró un año aproximadamente y tras la cual, y gracias a la adopción de esta medida, se logró reducir la siniestralidad "en un 30% con respecto al año anterior", según los datos facilitados por la empresa.
Esta valoración tan positiva, motivó al Departamento de Logística de Ambuibérica, encargado de la gestión de la flota, a instalar inhibidores de animales en todas las ambulancias del Grupo.
En la actualidad, todas sus ambulancias disponen de esta medida de seguridad. A partir de la adopción de esta medida, la reducción de este tipo de siniestralidad ha ido en aumento hasta lograr en 2015, los valores más bajos.
El pequeño dispositivo se acciona por el propio aire que genera el desplazamiento de la ambulancia y que emite ultrasonidos, únicamente perceptibles por el oído animal y que los ahuyenta a varios metros de distancia. "Es inaudible para el oído humano". Con este ultrasonido se evita que los animales se interpongan en el trayecto del vehículo provocando siniestros de muy diferente resultado. Se trata de dos pequeños cilindros tubulares, acabados de forma cónica en uno de sus extremos, que se instalan en la parte frontal del vehículo, junto a las rejillas de ventilación de los radiadores.
Los vehículos de la Guardia Civil también cuentan hace seis o siete años con estos mecanismos y la sensación es que han reducido los accidentes con animales "a la cuarta parte de lo que era habitual".
Conocidos los efectos, fundamentalmente por el boca a boca, los particulares también han optado por implantar este dispositivo que, en su mayor parte, consideran que son efectivos y cumplen con cometido para que han sido creados.
En Villanueva de Valrojo uno de los vecinos explica que "los ciervos al llegar a la altura del vehículo retroceden y rehuyen la carretera". Hay una alta demanda que obliga a traer suministros de otras provincias, como Toledo, Granada o Sevilla.
Se repiten los casos de ciervos que en la maniobra evasiva, al sentir el sonido, y querer retroceder, impactan con la cabeza en el parabrisas de los coches. Los jabalíes, por lo que expresan, son caso aparte con o sin ultrasonido. Es una especie que sospecha de todo lo extraño pero que sale sin contemplaciones en cualquiera de las direcciones.
La provincia de Zamora cuenta con autovías, carreteras nacionales y secundarias donde prácticamente todos los días existe algún siniestro que lamentar.
