Juan CHR
Forero Experto
- Motor
- 125H
- Versión
- Launch Edition
- Color
- Gris Diamante bitono
Una de esas cosas que más llama la atención cuando uno conduce este coche, es la forma de relacionarnos con la transmisión de este coche (vamos las llamadas “marchas”). Durante un montón de años, la mayoría de nosotros ha conducido coches con cambio manual y un pedal de accionamiento de embrague, y así hemos conducido nuestros coches en el convencimiento de que era lo más adecuado, que daba más control, y que debía ser así (véase el hilo de "cuñadismos").
De los cambios automáticos siempre nos han dicho que eran menos eficientes, que en caso de apuro no te daban el “reprise” (aceleración) necesario en un adelantamiento, que los coches gastaban más, y que por eso solo lo equipaban los coches de muy alta gama y los coches americanos, ya que no era tan importante el coste, en el caso de los americanos, porque su gasolina es más barata que la nuestra, y en los coches de alta gama porque sus propietarios tampoco tenían problemas económicos.
Todo eso ha ido cambiando con la mejora de los cambios automáticos al entrar la gestión electrónica en ellos, y en el caso de nuestro coche por la adopción del eCVT (transmisión variable continua electrica).
Ya no tenemos embrague, por fin. Se nos hace duro volver a ese pedal infernal, pero también se nos hace duro gestionar la nueva palanca de cambio.
Y es que, cuando teníamos coches manuales, era tan mecanizada la coordinación entre los pies y la palanca de cambio, que no necesitábamos ni mirar. La disposición de las distintas relaciones de cambio (marchas) se distribuían siempre de la misma manera sobre un dibujo de dos dimensiones de doble H. Tan solo debías localizar el punto muerto como lugar inicial y aprender como accionar la marcha atrás. Con eso sabido, nunca necesitabas mirar la palanca.
Nuestro coche tiene la palanca de cambios con las relaciones colocadas en línea, no al azar, pero con posiciones intermedias que nos obligan a mirar (están iluminadas), si bien en el salpicadero se indica la letra que identifica la relación de cambio seleccionada.
Así de delante a atrás tenemos:
Las posiciones de las distintas acciones no están colocadas sin que esté estudiado su orden. Juntas están las dos marchas adecuadas cuando el coche marcha hacia adelante, en medio el neutro y delante las dos posiciones de maniobra y estacionamiento. Lo que parece curioso es que la lógica indica que debería estar delante la D y detrás la R según su sentido de marcha. Dejo a algún forero que nos lo explique, pero el que la directa esté detrás es un clásico de los automáticos.
Bueno, a veces tenéis que hacer algún tipo de maniobra que os exige rapidez en el cambio de marcha de delante a atrás y viceversa, Os voy a enseñar un pequeño truco para no estar mirando la palanca y ser más ágil con su accionamiento.
Si os dais cuenta son movimientos idénticos llevando a tope la palanca sin mirar y moviendo un punto hacia adelante (la D) o hacia atrás (la R) en su sentido de marcha. Y podemos mecanizar ese movimiento, esto es, no hace falta mirar a la palanca. Eso si, corroborar de un vistazo en el reloj delantero que habéis puesto la correcta.
Una cosa importante. Si nos equivocamos y en vez de un punto hacia delante o hacia atrás hacemos dos, pues no pasa nada es la N (neutro), quien separa a unos y a otros, y sin consecuencias. Se vuelve a hacer otra vez. Lo que conseguimos al final es tener un patrón mental, un automatismo como el que teníamos con los coches de marcha manual sin necesidad de que tales marchas estén colocadas en dos dimensiones.
Un placer…
De los cambios automáticos siempre nos han dicho que eran menos eficientes, que en caso de apuro no te daban el “reprise” (aceleración) necesario en un adelantamiento, que los coches gastaban más, y que por eso solo lo equipaban los coches de muy alta gama y los coches americanos, ya que no era tan importante el coste, en el caso de los americanos, porque su gasolina es más barata que la nuestra, y en los coches de alta gama porque sus propietarios tampoco tenían problemas económicos.
Todo eso ha ido cambiando con la mejora de los cambios automáticos al entrar la gestión electrónica en ellos, y en el caso de nuestro coche por la adopción del eCVT (transmisión variable continua electrica).
Ya no tenemos embrague, por fin. Se nos hace duro volver a ese pedal infernal, pero también se nos hace duro gestionar la nueva palanca de cambio.
Y es que, cuando teníamos coches manuales, era tan mecanizada la coordinación entre los pies y la palanca de cambio, que no necesitábamos ni mirar. La disposición de las distintas relaciones de cambio (marchas) se distribuían siempre de la misma manera sobre un dibujo de dos dimensiones de doble H. Tan solo debías localizar el punto muerto como lugar inicial y aprender como accionar la marcha atrás. Con eso sabido, nunca necesitabas mirar la palanca.
Nuestro coche tiene la palanca de cambios con las relaciones colocadas en línea, no al azar, pero con posiciones intermedias que nos obligan a mirar (están iluminadas), si bien en el salpicadero se indica la letra que identifica la relación de cambio seleccionada.
Así de delante a atrás tenemos:
- Posición P (parking) Imprescindible cuando se apaga el coche: Posición de reposo del coche. Acciona además el freno de mano automático
- Posición R (reversa) marcha atrás
- Posición N (neutro) se utiliza al remolcar el coche estando encendido y para túneles de lavado en los que hay un mecanismo que tira del coche hacia delante
- Posición D (directa) esta es la marcha normal a elegir
- Posición B (Brake) Freno motor, usada como retención del coche en cuestas abajo pronunciadas cuando se va marcha adelante.
Las posiciones de las distintas acciones no están colocadas sin que esté estudiado su orden. Juntas están las dos marchas adecuadas cuando el coche marcha hacia adelante, en medio el neutro y delante las dos posiciones de maniobra y estacionamiento. Lo que parece curioso es que la lógica indica que debería estar delante la D y detrás la R según su sentido de marcha. Dejo a algún forero que nos lo explique, pero el que la directa esté detrás es un clásico de los automáticos.
Bueno, a veces tenéis que hacer algún tipo de maniobra que os exige rapidez en el cambio de marcha de delante a atrás y viceversa, Os voy a enseñar un pequeño truco para no estar mirando la palanca y ser más ágil con su accionamiento.
- Cuando estoy parado y quiero ir hacia atrás, pulso el botón interior de la palanca, llevo sin compasión la palanca a tope hacia adelante y retrocedo un punto a oído. Ya estoy en marcha atrás y no he mirado la palanca. Corroboro en el display la R.
- Cuando lo que quiero es ir hacia delante desde parado, llevo a tope la palanca hacia atrás y avanzo un punto a oido. Ya estoy en la D y lo corroboro. Pero es que no he necesitado mirar.
Si os dais cuenta son movimientos idénticos llevando a tope la palanca sin mirar y moviendo un punto hacia adelante (la D) o hacia atrás (la R) en su sentido de marcha. Y podemos mecanizar ese movimiento, esto es, no hace falta mirar a la palanca. Eso si, corroborar de un vistazo en el reloj delantero que habéis puesto la correcta.
Una cosa importante. Si nos equivocamos y en vez de un punto hacia delante o hacia atrás hacemos dos, pues no pasa nada es la N (neutro), quien separa a unos y a otros, y sin consecuencias. Se vuelve a hacer otra vez. Lo que conseguimos al final es tener un patrón mental, un automatismo como el que teníamos con los coches de marcha manual sin necesidad de que tales marchas estén colocadas en dos dimensiones.
Un placer…